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¿Cuál es la razón del éxito de estos vídeos?

LA

TÉCNICA

La imagen y el sonido en movimiento es algo que ha fascinado a los seres humanos desde los anales de la cinematografía. Sin embargo, a diferencia del resto de contenidos, el ASMR no cuenta una historia como tal. Según la profesora Sonia García López, el ASMR es una suerte de "low tv, característica de las televisiones escandinavas" donde, desde el punto de vista clásico, no hay una historia que contar.

El ASMR tiene “una dimensión más exhibicionista que narrativa”. No consiste en narrar, consiste en mostrar. “Cumple con estándares compositivos, técnicos, de escala de plano y de sonido”. Vídeos extensos, con planos estáticos y movimientos suavemente acompasados hacen que estos contenidos puedan “tener una dimensión meditativa, como estar contemplando un paisaje por una ventana”.

"Me parece interesante como fenómeno"

Sonia García

"Una dimensión más exhibicionista que narrativa"

Sonia García

"El efecto será diferente en función de las personas que lo consumen"

"El efecto será diferente en función de las personas que lo consumen"

Sonia García

El éxito de estos vídeos no reside en la espectacularidad, sino en la relajación, ya que en ellos se responde “a las necesidades específicas de una sociedad en la que hay mucho estrés, mucha hiperconectividad. En ese contexto, es cada vez más necesaria la posibilidad de desconectar, aunque sea usando esos mismos dispositivos.”

Definitivamente, las razones de consumo, al igual que los efectos, son diferentes en función de quién lo ve. Sin embargo, el concepto de “interactividad construida”, un entorno donde se crea una falsa intimidad, es uno de los grandes detonantes del alto consumo, acompañado de un cierto grado de fetichización, en gran parte, de las presentadoras de los vídeos.

EL

DISFRUTE

“Muchas de las cosas que salen de las redes, si las sacas a la sociedad, sorprenden un poco, pero luego se van normalizando.”

Aitor García

Millones de visitas, cientos de miles de comentarios, pero aún es un fenómeno escondido. El ASMR no está presente en la televisión convencional, en el cine o en la prensa. Como muchas de las cosas que aparecen en la red, parece ser una tendencia que nadie sigue o, al menos, nadie confiesa seguir.

 

Las cifras no engañan, aunque los consumidores sí. Existe un fuerte estigma contra aquello que no se conoce. Aitor García, estudiante de periodismo, confesó no haberles comentado a sus amigos su consumo de este material e incluso comentó: “estaba pensando decirle a mi madre que escuchase un vídeo, pero creo que su reacción sería sorprenderse mucho”.

Aún así, el ASMR aporta mucho a la vida del joven, que afirma que le “ayuda a relajarse e incluso entretenerse.” “La gente que ve ASMR no ve solo un canal”, hay algunos que sirven de referentes, los que “crean comunidad”, pero una vez entras en el mundo que hay detrás de este término, cada vez profundizas más.

No es una forma de sustituir aquello que no encuentras en tu día a día, es una “simulación", "es una ayuda."

Una vez escuchas los primeros vídeos, según Aitor, se percibe “como algo más normal”. Según él, el auge del ASMR se ha producido por su capacidad de ser útil para la gente, para facilitarles momentos de desconexión y “conexión interior”. “No sé si hay algo científico detrás, pero te puede relajar más que escuchar música, como te puede relajar estar en el mar o escuchar el sonido de los pájaros."

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